miércoles, 26 de marzo de 2008

Marco

...y una sonrisa amplia cuadriculada.

La mochila ya ni siquiera guardaba
un recuerdo de aquella tarde.
Estaba rota y extasiada tras tanto viaje.
En ella se había escondido un sueño,
tres mentiras, dos trayectos de tren eternos,
una foto, un libro y un bolígrafo
lleno de tinta aún sin usar.

Al deshacer la mochila me encontré en un bolsillo
que casi ni conocía, una sonrisa amplia
enmarcada en un pequeño folleto de un museo
que me recordó los múltiples viajes que no volveré a tener.

Esta repleto ya mi cupo de trayectos: solo eso sé pues recuerdo
esa sonrisa amplia cuadriculada.

miércoles, 19 de marzo de 2008

Polarización.

Fueron saliendo uno detrás del otro
con los ojos en blanco, ciegos,
la garras romas, los labios secos,
uno detrás del otro aparecieron.

Cada vez que encendía la luz de tu alma
veía saltar uno a lo lejos.
Cada vez que buscaba en el diccionario
maneras de decirte, de expresarte,de oirte
surgían como una interrogación, como una excusa,
como una señal eterna del presente.

Uno, otro, otro, todos diferentes,
en cada esquina de mi cuarto, de mi pueblo,
de mi mundo surgía un recuerdo
blanco, sonriente y fresco.

¡y qué, ah!

Esta pieza no debería ir aquí
dijo con las instrucciones en la mano
y la vida destartalada en medio del suelo
a medio componer.

Yo juraría que esto me tocaba ahora,
que es en este momento en el que debería ocurrir
y para ello tengo que poner esto aquí.
No entiendo nada. Nada.


Sin embargo la pieza no encaja y
la vida cojea, baila, no al ritmo.

Cogió un papel:
un, dos, tres, cuatro dobleces.
Lo colocó donde sobraba aire.

Ahora, por lo menos, podré usarlo.
¿Quién cojones escribirá estos estúpidos folletos?

pensó mientras apoyaba las manos vacias
en su remodelada vida.

lunes, 10 de marzo de 2008

Intersección.

El volante no dejaba de girar
a la derecha. Lluvia, viento y casi
nadie esperando en el destino.
El GPS repetía una y otra vez
dirección errónea.
Gire de nuevo en la siguiente intersección

con la voz robótica y lejana
que no me acerca más a nadie.

Era sólo una autopista.
Solamente un trayecto.
Una vida.

Giró y miró al suelo.
Ahora las líneas estaban quietas
y cerca, demasiado cerca.

jueves, 6 de marzo de 2008

Aliento

Hablé a menudo de la palabra y el tiempo
para pronunciar un adiós. Comenté
y de esto sí que no me olvido,
la capacidad del no como destino.

Y desde la negación solo se puede buscar
un sentido distinto a la vida,
una hoja que pasa irremediable,
otro no detrás de la ventana
con sobrero ancho, bufanda
y una mirada calurosa en los ojos.
Un positivo cantar de la cigarra.


Ayer, hablaba casi siempre de la palabra
y se me atragantó el vino inerte del aliento.