sábado, 31 de mayo de 2008

...y permanecerá inmortal la palabra.

Fue tal vez un silencio agudo, una deriva extraña
una duda implacable lo que hizo temblar
los brazos justo ante el final antes de lo debido.
Jamás llegó la pregunta:
hundida en la arena, como un recuerdo
que golpea cuando menos se espera, cuando menos se pide,
cuando menos intención se tiene de plantar cara.

Y esperamos la vuelta al hogar.

Sin embargo, es más que un paso con los dedos
abiertos a caricias refrescadas por el agua,
a miles de fórmulas matemáticas resueltas con la precisión del oleaje y las mareas,
sucumbiendo siempre a la intención y al eterno eco de la palabra inmortal.

viernes, 30 de mayo de 2008

el 100 a Jorge

A J.

Seremos lo que queramos ser,
sintiendo lo que se quiera.
Otro nombre en tus escritos, un verso mal
empezado. Una canción, un aullido.
Suspendido en el tiempo,
un reloj.
Unas fotos importantes ocultas en su carrete.

Seremos también -y lo somos- lo que no fuimos ayer
y ya nunca más seremos.
Un hombre bueno en el cole, un niño
malo en la iglesia. Un niño, tan sólo
un niño que ya casi ni recuerda:
todo lo vivido es cuento
y es soñarlo lo que cuenta.

miércoles, 28 de mayo de 2008

Lluvia cíclica

…para que nunca dejase de dar vueltas el autobús a través de la ciudad. Ya habían pasado esa plaza siete veces hoy. El conductor sabía perfectamente que aquella chica no se había bajado aún desde las 4 de la tarde, pero no se atrevía a decirle nada. Sus ojos reflejaban una felicidad efímera que él sabía que era producida por el calor del autobús, por la velocidad de los edificios al pasar, por el anonimato que le proporcionaban los cristales mojados que daban a las calles. Pero era eso, efímera, y él lo dejó estar. Su mirada, intranquila, no dejaba de mandarle señales de socorro que él percibía en silencio, reflejadas en el espejo retrovisor, mientras el bus no dejaba de dar vueltas a la ciudad, parando cada 2 minutos para que entrase y saliese gente.
Eran las once, hora del último trayecto. Mientras esperaba a que se subiesen los primeros pasajeros en la primera parada, el conductor se levantó de su pequeño fortín y se dirigió al asiento contiguo al de la chica. Me llamo Ramón. Ella no contestó, ni siquiera se giró para mirarle. Él podía ver su cara reflejada en el cristal. Tenía una mirada que se perdía en la lluvia afuera y que parecía humedecida por su sola visión. Sabes que un billete solo te da derecho a ir o venir una vez, ¿no? ¿Lo sabes? La bufanda de la chica en su regazo se tensó como el tendón de una rodilla al esquivar una bala. No te preocupes, estás perdonada. No te voy a hacer pagar los 23 trayectos. La gasolina ya está pagada y a la calefacción te invito yo. La pequeña broma sólo produjo silencio. Bueno, éste ya es el último trayecto que hago. Luego llevaré el autobús al taller y allí no vas a poder quedarte. ¿Tienes adónde ir? La cara reflejada de la chica se difuminaba cada vez más entre las gotas del exterior y el vaho del interior, mientras que un trozo de su cuello se divisaba entre el grueso jersey y el cabello negro. Un pequeño movimiento dio la esperanza a Ramón de que le fuese a mirar, pero fue una esperanza pasajera, veloz, casi imperceptible, como el inesperado flash de una cámara en una multitud. Tennngo queeeeesto, tengo que proseguir con mi trabajo, que ya me inundan las ganas de llegar a mi casa. Supo que ese comentario se lo debía de haber ahorrado. La chica no hizo ningún gesto al respecto, pero él lo supo. Solo había un silencio incomodo. Adiós.
Después de once paradas, nueve pasos de cebra, quince semáforos, veinticuatro personas, tres frenazos inoportunos, el beso de una pareja y dos miradas furtivas que se perdieron en el tiempo como se pierden los suspiros, la chica se levantó, se dirigió a la puerta y tocó el botón para solicitar a Ramón que parase en la siguiente. Esa fue la única vez que éste le oyó hablar y ni siquiera ella uso sus labios sino sus dedos. Parada solicitada. Se paró el autobús irremediablemente, se abrieron las puertas de atrás y tras un dubitativo paso y una mirada al espejo retrovisor, la chica se apeó pisando una baldosa falsa en la acera que le salpicó los leotardos marrones.
Ramón la vio alejarse mojándose y distorsionada por las gotas de lluvia en el espejo derecho. No tenía rumbo fijo aún, pero lo que sí sabía es que no quería llegar nunca allí. No quería pisar de nuevo aquella casa. Le llovían los hombros cansados.
Ramón metió segunda, tercera y cuando en quinta ya se dirigía hacia el taller deseó haber conducido toda la noche para que nunca dejase de dar vueltas el autobús a través de la ciudad.

lunes, 26 de mayo de 2008

diferencia

Me acostumbré a tu desacierto, a las tardes
de asueto en el balcón y a los libros abiertos
en tu regazo.
Me acostumbré a vivir sin alicientes
sin miedos y sin tareas.

Me acostumbré.

Decidí, quizás muy tarde ya, que era uno más entre la gente,
una cara llena de caras sin rostro. Un yo como tú.
Me acostumbré, me di por vencido.

Ahora busco el tú que hay en mí. Busco en este cuerpo
la diferencia con el resto que sé debe existir.
Busco esos sueños que creía únicos y que aún están en algún sitio,
inamovibles.
No son tan comunes,
son yo y solo yo.

Me acostumbré a intentar ser diferente y eso me hizo ser
no más que una costumbre en ti.

Ahora tú y yo somos la diferencia que el resto tiene.

domingo, 25 de mayo de 2008

scribo ergo sum

Quiero ser eso que hay entre tus ideas y el papel.
Eso que agarras con los dedos inquietos
y de vez en cuando mordisqueas, nerviosa.
Quiero ser puente
entre manos y pensamientos,
crear vida de lo inerte, rellenar el sur.

Y entonces tras el libro y las palabras que nos quedan,
tras la tinta, los alientos, la arena y el camino que nos guían
descubriré preguntas
con el tiempo contado en las mañanas.

¿Cuándo volverás a abrirme?
¿Cuándo volverás a abrirte?

jueves, 22 de mayo de 2008

Pasos

¡Qué alegría vivir sintiéndose vivido!
Pedro Salinas.


¡Qué placer caminar al amparo de otros pasos,
a la sombra de un hombro,
al ritmo de la tarde!

miércoles, 21 de mayo de 2008

Firmar vidas

Quiso defender el aire, la lluvia,
la arena y los libros.
Quiso asistir con los ojos atentos
a la caida de la tarde y al primer frescor de la noche
lamiéndole el cuello como una amante inesperada.

Quiere entender las horas y los minutos,
la belleza y las fogatas que arden
mientras piensa en la anchura de una adiós.
Quiere alentar al recuerdo, al ahora
y firmar su vida.


Querrá, por tanto, atender a sus razones, a sus sueños y sonrisas,
a una visón inesperada hasta el último día, el último minuto
sin el ánimo perdido de una presencia ajena en el horizonte,
de un intruso en el paraiso.

martes, 20 de mayo de 2008

Aforismos II

1.

Partir es salir a reencontrase con viejos sueños olvidados. Volver es encontrar las pesadillas cumplidas.

2.

Que te abandonen es una rotura. Ser tú el que abandona un esguince. Ambas son una lesión, sin embargo el tratamiento de cura es distinto.

3.

Para este nuevo año solo deseo recuperar la inestabilidad perdida. La inacción me produce desidia; la desidia, hastío; el hastío, estabilidad; la estabilidad, cómoda felicidad. La felicidad me produce sequía intelectual. Para este nuevo año lucharé por desmoronarme.

4.

Saber que algo está mal hecho no te exime del error pero te otorga control moral sobre sus consecuencias.

5.

Tener celos del pasado de alguien es como traicionar tu propio futuro.

6.

Rencor: mi vacío se llena con tu vacío.

7.

Perderle el hilo a la vida y encontrar viejas agujas.

8.

Te vendo unos ojos con vistas al mar.

9.

Todo escritor debe pedir disculpas por intentar constantemente buscar razones por las cuales pedir disculpas al mundo. Lo siento, yo no soy escritor.

10.

Perderle el hilo a la vida y encontrar viejas agujas.

11.

Subirse al carro de la melancolía y que los bueyes te miren con recelo.

28.

En la vida hay que quemar todas las posibilidades hasta que sólo te reste elegir cual de ellas ardió mejor. Solo será cenizas de otro tiempo, pero tendrás la certeza de que algo tuyo muere con ellas.

lunes, 19 de mayo de 2008

A mi madre.

En este vivir con peso, es imprescindible
el cálido bastón (te lo dije hace ya tiempo y se refuerza día a día),
aguante y guía. Castillo interno.

Las nieves del pasado
se derriten sólo
con fuego de futuro.


No callar. No morir. No volver a lo imposible.
Ser lo imposiblemente bello
y durar ayudando.

Somos- ¡gracias!- útiles perecederos,
resistentes al sol y a la neblina. Continuaremos
intentando ser, luz en la guarida,
impulso en la retaguardia.

viernes, 16 de mayo de 2008

Microvidas

Es sólo cuestión de segundos que pase una vida,
hallar un talento mal decidido, escuchar a lo lejos
una canción entrecortada que te suene a sal.

"Es sólo un giro" me dijeron
y aún continuo buscando la salida.
"Es sólo un juego -pensé yo- ,
sólo un juego."

Espero tarareando silencios ajenos,
aguardando el giro, el cambio, el juego
de esta vida cantanda con letra pero sin música.

jueves, 15 de mayo de 2008

Home sweet hole

Le di la vuelta al sobre buscando allí tu nombre
pero no estaba .

Pensé que en el camino se podría haber borrado,
que el cartero lo habría ocultado dentro del cuero,
o que la tinta era china, rusa, turca, simple limón,
pero que había sido tuyo el sobre, tuyo el sello.

Me senté en el sofá antes de abrirlo, roto el borde,
letras negras, cerrado el cajón de la palabra.
Leí lento mi nombre y dirección. Era indudablemente yo.

De pe a pa brumosas las imágenes,
y no eras tú, escritora, dueña de las letras
ni era misiva el líquido, ni cartero el aire,
ni sillón el suelo frío , ni hogar el callejón,
ni techo el cielo, ni dirección mi calle.
Ni amor el desvarío.

Sí fue cierto, sin embargo, el sueño, la esperanza y el rechazo,
el abandono, el luego, el eco de aquel nombre
y el adiós que un día me enviaste,
dejando un matasellos marcado en mi frente para siempre.

miércoles, 14 de mayo de 2008

Párpados nuevos

Hoy he vaciado mi alma y vuelo
con alas aguadas por los cantos,
y constante el peso del tiempo ya olvidado.

Hoy he cogido carrerilla al verte
para acercarme a tus piernas sin que me derribes,
para tocarte la espalda y que te gires
justo antes de decirte "siento".

Comencé el periódico, hoy, por su centro
y tres horas y media estuve, queriendo pasar
cualquiera de las páginas con miedo a no encontrar
respuestas a mis dedos preguntones.

Hoy busqué párpados nuevos para cerrarme al mundo
y no escribir.

lunes, 12 de mayo de 2008

Reescribir

Borrar palabras es:

eliminar pasados, construir pasados,
crear vacios marcados por presencias,
llenar huecos construidos con tierra,
con arena de desiertos léxicos.

Borrar palabras es:

ceder al peso del tiempo,
usurpar silencios a las nubes,
llover en las terrazas.
Dudar, vivir.

Borrar palabras es:

reordenar, revivir, empezar de nuevo.
Borrar las huellas a base de pisadas y
buscar la ambigüedad del acto. Saludar.
Acudir a la llamada del error.
Forjar personas.


Borrar palabras es crear espacios para comenzar a hablar.

viernes, 9 de mayo de 2008

Con aire de haiku

En la ventana
baila el geranio.
Tuerces la esquina.

----------------------------

Letras caídas,
algún frío punto:
carta de otoño.

---------------------------

Ya no recuerdo
tu suave canto.
Lloro en silencio.

--------------------------

La pluma sigue
su lento trazo
mientras te miro.

-------------------------

La niebla baila.
Entre las ramas
tu nombre suena.

-------------------------


Ahora tu nombre
solo me brinda
poca esperanza.

jueves, 8 de mayo de 2008

Prebiografías

El día que en aquel curso de creación literaria le dijeron que escribiese una autobiografía en una cara se dio cuenta de que no podía hacerlo. Aún no había nacido. Todo lo que había vivido hasta ese momento, era no más que una pre-biografía, al igual que la prehistoria precede a la historia.

—¿Es importante todo lo que ya he vivido, lo que ocurre antes de la historia, antes del yo? —se preguntó—.
—Sí —se respondió a sí mismo—, tanto como lo es el fuego para una barbacoa, o la rueda para la Fórmula 1, o el sílex para la Revolución Industrial o la piedra Rosetta para los traductores.

Al llegar a casa le dijo a su mujer.
— Hoy he nacido y voy a ser escritor de autobiografías.

martes, 6 de mayo de 2008

...en cualquier instante

Si ni al sufrir se entiende el sufrimiento,
ni al escuchar la voz entendemos lo que el eco enseña.

Si ni al creer vivir tocamos una vida,
ni entendemos la mano, el hombro, el hueco,
la mirada en cualquier instante.

Si ni al mirar al frente observamos el espejo,
ni al semejante, ni la música del otro,
ni a Charly, Yossef, Nuria, o a otro amigo.

Si no intentamos entender la palabra como guiño, no sonido.

Entonces, ante el muro, queda sólo el silencioso puño,
la incoherencia no entendida, el pasado en blanco, el yo difuso,
el llanto del grupo eterno, el futuro,
futuro remediable.

Aún queda camino por entender.

lunes, 5 de mayo de 2008

Paseo.

Al pasear por una calle amiga
el aire te abraza y te recuerda.

domingo, 4 de mayo de 2008

Pérdida

¿Sabes lo que es perder un minuto tras otro?
Si es así no sigas leyendo.

Si aún no lo sabes
abre este blog por cualquier página
y cuenta las palabras que puedan
acercarte a la verdad.
Si te sobran dedos en la mano,
me arrepentiré de haber escrito este fragmento.
Si, en cambio, te hacen falta
ambas manos varias veces
he conseguido hacerte entender que las manos
son pequeños relojes que escoden las lunas de tus días.


Todo el que haya llegado a este punto
entiende lo que es perder un minuto tras otro.
No me deis las gracias, sabré cobrármelo.

sábado, 3 de mayo de 2008

Puerta

Toqué, al salir, con el dedo
una brizna de hierba y estaba fría.
Aún era temprano.

Al comenzar a andar sentí una ausencia en el camino
que perduró hasta el atardecer.
No quise, tal vez, ocuparla:
al menos tenía así una compañera de viaje.

Ahora, sonrío y observo con alegría
el sendero pisoteado tras de mi sobre la hierba
y entiendo que, aún sin saberlo, incluso cuando no miro,
dejo una marca.

Desde este instante, cada vez que roce un hombro,
pensaré en mis huellas dactilares sobre la hoja esta mañana
y en el largo caminar que me espera hasta tu puerta.