lunes, 28 de noviembre de 2011

Ser
-como el folleto que se encuentra en la mochila
meses después de aquel viaje a aquel lugar,
durante aquella vida-
un recuerdo de uno mismo, atrapado en otro tiempo,
otro lugar, traslocado

y, sin embargo,
tú.

martes, 15 de noviembre de 2011

Escribo ahora con la desesperación del suicida, [...]
Los errores cometidos [...] parte inevitable de una realidad vital [...] ahora, al abrigo de la soledad, [...] son metralletas constantes contra el muro del sueño,
ensordecedor estruendo.
Mi yo futuro [...] se está yendo [...]. No puedo atraparme con mis propias manos [...] manchadas con los errores que intento ocultar.

(Fragmentos de Una península aislada de Guillam Ben Horan)

domingo, 6 de noviembre de 2011

La lluvia... y antes de poder acabar
tan siquiera la frase
calló como una losa silenciosa,
cayó como una boca al suelo de la lona
y dejó flotando como una pluma
la posibilidad de conocer
más significados de la palabra lluvia.

martes, 1 de noviembre de 2011

El norte. Por fín
sé dónde está el norte.

No es frío como el viento,
ni es nieve como en el sur
de la región. Es cálido
como un latido abrazado a un sofá,
sonriente como un vaso
cercano al beber, ansiado ahora que tengo ojos.

La estrella polar está al norte.
Sé, por fín hacia dónde ir. Lejos.
Pasado. Ruidoso, doloroso.
Tarde.

Pero constante y seguro. Sé, dónde buscar
la brújula de mis días.
Era una mancha en el hojal de la camisa,
un dedal sin huecos finos,
un hilo perdido, una aguja clavada en el alfiletero,
un cajón de sastre ejemplificante.

Arreglando el saliente de la cabeza.
Pidiendo aire sin voz.

Mirando, como solo miran los que saben lo que ocurre,
la pared que oculta nuestra habitación.

Cosiendo el tiempo.