martes, 31 de enero de 2012

Sucumbo al perpetuo
volar de las alondras
al cantar taciturno de la esperanza
al saber, cual tecla pulsada incandescente,
las partituras que dicta la memoria
a caballo entre un juego y un adiós.

Ataco al vencedor de mis derribos,
entrando de puntillas y en silencio
en la tarde maldita de los días
solo un minuto después
del descalabro.

miércoles, 25 de enero de 2012

Despacio como en el tiempo perdido,
caminando con la inevitable lentitud de la mañana
miro, hojeo, tanteo, pienso

y si, al final, tampoco es tan importante
la vida. 

miércoles, 11 de enero de 2012

También es cierto que pienso
en volver como en quedarme
en sentir como en robarme
en llegar muy pronto  
tarde.


Y últimamente me siento,
como mosca ante el cristal,
-perdida, insistente, rota-
más cerca de la muerte que la vida,
más oscuro que la luz
y, claro, más claro que
nuestras dudas.