domingo, 17 de junio de 2007

sobre la sensación de ser feliz

¿Es innata la sensación de ser feliz?

No hablo ni tan siquiera del concepto "felicidad", algo tan abstracto y supeditado a los tiempos y los momentos. Hablo de "la sensación de ser feliz".
Debido a mi total escepticismo en lo corceniente al innatismo de cualquier rasgo no fisiológico, pienso que dicha sensación es una habilidad aprendida que se mantiene en mayor o menos medida a lo largo de la vida.

la gente que parende a ser feliz es feliz y se siente feliz a pesar de las circunstancias.

¿dónde se encuentra la sensación de ser feliz? ¿Qué aprendizaje es necesario para llevar a cabo tal proeza?
Sentir que las situaciones son pasajeras, meros trámites de tiempo, guiños de ojos de humo. Todo pasa y hay que darle a cada cosa su situación espcacio temporal. Si somos capaces de concoer los límites de nuestras propias sensaciones, sabiendo que lo bueno que nos ocurre, pasa y que lo malo que nos sucede, a su vez también se esfuma, entonces sabremos valorar la sensación de ser felices en su sentido más amplio. Sentirse felices como forma de vida.

Llevar una linea aristotélicamente centrada y moderada en la montaña rusa de las sensaciones, es requisito indispensable para valorar los conatos de felicidad que nos rodean.

A ser feliz se aprende y para ser feliz hay que practicar. La sensación de ser feliz es una larga carrera que requiere saber respirar pausadamente las desdichas y no ahogarse con el flato de la repentina felicidad de humo.

Seamos por tanto felizmente sabios a la calurosa luz de esta mañana de junio.

jueves, 7 de junio de 2007

pompa

Ser
como una pompa de jabón
perfecta o nada.

Cada momento cuenta y la intangible efemeridad del cuerpo se hace carne.
Buscamos la fragilidad del hierro, la arquitectura de las gotas de agua.
Encontramos irreconocibles familiaridades en cada segundo de nuestro caminar por la vida.
Somos el niño que mira hacia atrás para ver si su padre ha soltado la bici que maneja, perdiendo de vista la carretera. Busca seguridad perdiendo perspectiva.
Aprendemos continuamente a alejarnos sin dolor.

En la plazoleta dábamos vueltas y vueltas y vueltas.
Volvíamos siempre a unos brazos, seguros de encontrarlos allí.

Somos potentes cerebros en frágiles cuerpos.
Somos aviones de papel en días de lluvia.
Somos el aire atrapado dentro de un globo.
Somos sólo ese aire. Somos tanto.
Forma, materia. Esencia de globo, de pompa.
Somos Tanto.

Cada día cuenta y soplamos. Juntos.

Cada palabra cuenta. Prefiero que no se pierda el pasado.

Buscamos ser pompas de jabón, encontrando suicidios tras cada aventura.
Los segundos no pasan, se suicidan en el tiempo.
Y seguimos vagando perdidos con un rumbo fijo en el timón.

Estamos destinados a seguir la dificil ruta de la felicidad.

Somos seres perfectos.
Pompas de jabón que algún día formarán ángulos rectos.