miércoles, 28 de enero de 2009

Se puede navegar
-intuyo-
sin sentir bajo los pies las olas
el frío, la humedad de la pregunta,

al igual que 

se puede hablar
-deduzco-
sin creer que se dañará un sueño,
una esperanza, la árida verdad de una respuesta.

Se intenta 
-asumo-
acortar el tiempo,
la espera de la vida que esperamos,
sin darnos cuenta que en tal barco
se vive, se habla, se sueña.


sábado, 24 de enero de 2009

Era verdad la tardanza de las gotas de lluvia
en el cristal de la casa abandonada,
como era cierto el canto.
Era verdad.

Era verdad el sacrilegio que se les hace a las tardes,
cuando se quiere corregir un final,
como era cierto el verso.
Era verdad.

Era verdad también la lejanía del placer de haber estado 
con mano firme y expectante junto al libro,
como era cierto el rocío.
Era verdad.

Aquel día sólo mentía el sueño
de esperar una verdad más grande, más pura,
más llena de respuestas y preguntas,
como son siempre tan ciertas 
las palabras.

lunes, 19 de enero de 2009

Credo Mortis

Al despertar se dio cuenta de que estaba
más cerca del suicidio que de la felicidad
y, sin embargo, sonrió al saber que aguantaría
las alegres quemaduras de la soga al cuello
hasta que el destino considerase que llegó su hora, 
e irse como Dios manda.

domingo, 18 de enero de 2009

Es cierto todo lo que decían los ajenos,
los que afirmaban sin saber
que es este desconocimiento, esta insensatez,
este letargo, 
lo que me acerca, con paso lento,
a la felicidad del ahorcado, 
al final de la palabra cuento.

miércoles, 14 de enero de 2009

Aleja de mis ojos
los boleros
pues son lágrimas cantadas,
viejos tiempos.

lunes, 12 de enero de 2009

Dame una idea, un empujón
un guiño, una palabra, un mordisquito rico de esa boca,
un no sé, una caja fuerte perdida en el océano,
una hilera interminable de silencios, un código secreto,
una maleta dentro de un baúl debajo de la cama,
una sábana usada y una sábana limpia,
un terreno en el que relajar los párpados,
un libro con tapas duras como mis sueños,
un eterno atardecer, una promesa
una enigmática llave que abre una puerta roja,
una consolación trás un aviso, un por qué y una pregunta

-¿Cómo dijiste que se llamaba?
-Ayer, se llama Ayer.

domingo, 11 de enero de 2009

Acércate calmada y escucha
como, al parecer, la vida es ya otra cosa,
otro camino ardiendo hacia lo oscuro del bosque,
otra letanía, otro cantar.

La vida es ya otro cantar
que escuchas cuando te acercas calmada 
y me susurras al odio "ayer, 
cuando te estaba esperando, 
conté cada gota de lluvia que caía,
cada transeunte perdido, cada baldosa de suelo 
y adiviné que si sigo aquí esperando 
voy a sentir la rotura del tiempo, la mañana"

La vida es otro susurro ahora
que eres más tiempo.
Calmada escucha.

miércoles, 7 de enero de 2009

Entre la rama 
y el sol
sólo quedaba 
un suspiro.
Con cada paso del año,
cada zancada de la intimidad
agranda su locura 
y necesitamos muchedumbre
pero alcanzamos dedos que buscan teclas.

sábado, 3 de enero de 2009

Fue solamente aíre lo que cortaba
la vida en la altura.

Caída libre y verdadera anclada 
en un simulacro de verdad, en una pantomima del pasado.

Ahora intento levantar los ojos del suelo,
las manos del salpicadero y las palabras vacías de mí.
Ahora corrigo los renglones y tacho miniaturas
de manjar.