miércoles, 4 de diciembre de 2013

Es ahí, en la ventana, donde
al caer el día habita...

...y se estremece y vuela.

El despertar al canto es siempre,
una forma enterna de sentir.
Habitó aquí antes y perdurará
entre motores y claxons;
entre compras e injusticias;
rodeado del plumaje absurdo de la ciudad.


Es ahí, en la comisura de unos labios fríos,
donde se encuentra el por qué de las andanzas,
el lugar de la derrota,
el último sonido que llegará a un oído
detrás del cristal de la ventana
fría.