lunes, 25 de mayo de 2009

Se aleja,ya, la mirada perdida,
el andar a tumbos, el buscar
cada mañana un hombro
invisible bajo las sábanas.

Se terminó el aullido,
la senda interminable, el aliento
en la ventana de atrás. El frío.

Llegan aires nuevos para transformar
el día en tiento, las horas en presentes,
el sol en más calor.

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