lunes, 24 de mayo de 2010

En el preciso instante en el que intuyo
la cercanía de algo tangible
me alejo, huyo,
dimito de la soga
que me arrima a mi propia lejanía,
a un estar aquí tan desplazado.

Me acerco en ese instante, irremediable,
a la soledad futura que me espera.

1 comentario:

Anónimo dijo...

...así se manifiesta la inventada vida del ahorcado: inventando la soga, inventando el pedestal donde poder (com)padecerse, donde seguirá inventando los instantes, decidiendo cual será su próxima eternidad.