miércoles, 13 de octubre de 2010

Siempre he sido más feliz
en el pasado, en el aquel, en lo ajeno,
en esa tarde que me pediste que te regalara tiempo
y busqué entre las rendijas de mi ropa
segundos que no fuesen a formar parte de un reloj,
horas marcadas tan solo en el aire,
días tras días perdidos en sol.

Y ahora que no hay ayer,
ahora que mañana queda muy lejos
miro mi reloj de pulsera y son solo
las carne y hueso.

Carne cruda y duro hueso.

1 comentario:

Anónimo dijo...

siempre serás más feliz
en el futuro, en lo propio o en lo ajeno,
en las tardes que decidas -sólo si quieres- regalar tu tiempo a quien te lo pide con los ojos y las manos
mientras los sacas por pares de los bolsillos
si decides que los segundos más importantes YA están sucediendo,
si ignoras las horas o las valoras,
si admites que el sol no es exclusivo del verano.

Y ahora que hay mañana,
y el ayer queda cerca pero inservible
no necesitas un reloj (ni un comentario en esta entrada) que te recuerde que eres más que carne cruda y hueso duro aunq te hayas propuesto evitarlo.
Más y mejor.