lunes, 19 de septiembre de 2011

Cuando los silencios me salen por la culata
y descubro que un error conlleva,
para siempre,
el olvido de una posibilidad,
el desvanecimiento de un sueño común,
el golpeo incesante contra un precioso muro,
aprendo que no siempre se aprende a tiempo,
que no siempre una sonrisa encuentra otra,
que buscar no es sinónimo de encontrar,
e insisto en que no pienso parar
hasta que las fotos me revelen un diálogo de silencios, un conjunto armonioso.

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