Las horas pasan, se alejan,
me dejan eterno.
Sin tiempo somos sólo materia inerte e inmortal.
No estamos aún preparados para la inmortalidad.
No hemos sufrido la trasformación necesaria.
No hemos muerto aún para entender la diferencia.
Paso despacio junto al reloj,
lo miro de reojo. Creo que se ríe burlón
y me grita: "te vigilo"
Me vigila de verdad y yo le dejo.
No soportaría ser huérfano de tiempo.
3 comentarios:
Sigue con la poesía: definitivamente, eres bueno...
A mi tambiéb me parece muy bueno
a mí también
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