Me aprendí tus palabras de memoria
para poder recordar lo inesperado,
para buscar en cada letra
la perfecta continuidad de su significado.
Sin O no existiría mi nombre,
sin A mis alas estarían siempre
en busca de un recuerdo que se desvaneciese
en el cielo al intentar tocar el sol.
Me aprendí palabras de memoria
que definían la cera y sus costuras
tras intentar tocar los párpados del cielo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario