domingo, 22 de marzo de 2009

Tocaba el lomo 
de las hojas muertas
y sentía, como un tiento del abismo,
la profundidad de su contenido
sin saber qué descifrar.

Y ahora, ante tanta desmemoria,
pide que de sus librerías
surjan puños al viento, banderas de justicia,
gritos de nocturnidad, 
arreglos del desarreglo.

Y calló para siempre su boca.

1 comentario:

Carmen Aliaga dijo...

Me quedo con la primera frase y la última "Tocaba el lomo de las hojas muertas...y calló para siempre su boca" Parece un poema circular. Felicidades y un saludo.