La peor tortura es amar
con la delicadeza de un niño,
para ser amado en cambio
con la esperanza del reencuentro y
la espera de una comodidad.
El día a día , el noche a noche
convierte el vino en agua; la lujuria, en pan caliente
el profundo sueño, en sueño y
despertarse se torna un esfuerzo de medio fondo
1 comentario:
Así debemos amar, con la delicadeza y la ternura del niño, como si fuera siempre la primera vez.
El amor es como ese milagro de la conversión del agua en vino pero todo es más posible si se intenta, aunque casi perezcamos en dicho intento.
Un abrazo muy fuerte desde esta noche lluviosa y mágica por esta luna brillante casi luna llena.
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