sábado, 19 de junio de 2010

A José Saramago

Han de pasar los maestros
con huella calma por nuestras vidas
cometiendo con cada letra, con cada palabra,
delitos eternos y sueños vitales demasiado necesarios.

Han de seguir los maestros
arrancando ideas desde las tumbas,
consiguiendo tras su paso que no olvidemos
lo que debemos aprender,
que no perdamos el ritmo norte,
que somos cada uno de nosotros vida y eso basta.

"No tengas prisa, pero nunca pares"- dijiste.
No tendré prisa y nunca pararé, maestro José.
No pararemos.

1 comentario:

Marisa Peña dijo...

No pararemos Guillermo, nunca.Aunque haga mella el desánimo.Un abrazo