martes, 27 de abril de 2010

Cicatrices

Desde el pedestal donde sentía
vio una luz eterna y cayó por ser feliz.
Se abrió una brecha junto a aquel otro golpe
que aún no había curado y no lo hará nunca.

El pedestal donde sentía
ahora es más bajo, más terrenal,
la luz tiene final, tiene sentido.
Volvió a caer, esta vez por el peso de algo ajeno,
y la herida irremediable fue aún mayor que la anterior
-aún supurando- junto al golpe incurable.

Al tiempo, casi ni un bordillo era el pedestal donde sentía,
la luz era un reflejo de otra luz en otros ojos,
la caída un rebote de los golpes de otros días.
Una nueva cicatriz se acumulaba -dolorosa- junto a las anteriores:
irremediable, supurando, incurable.

No se acerca ya -¡cuidado, daño!- al antiguo pedestal donde sentía.
El interruptor en eterno apagado y olvidado
tras una pared de autoimpuesta razón.
Las cicatrices en su orden cronológico invertido:
...dolorosa, irremediable, supurando, incurable.


El último sentimiento (el yo, el miedo, la sonrisa luminosa, la esperanza, el sueño)
quedará guardado para siempre hasta elevarse, ya sin hueco para cicatrices,
al podio interminable de la herida mortal.



2 comentarios:

Natalie dijo...

Las heridas necesitan supurar y uno debe sentir ese dolor que causan, pero también debe cuidarlas para que no se infecten y no duelan más de lo que deben, debe dejarlas cicatrizar, y sólo una vez tiene la cicatriz - una más -, está listo para volver al pedestal. Y desea subirse de nuevo a ese lugar donde sentía, porque vuelve a sentir - es inevitable -, y al principio le invade y le domina el miedo, no corre ningún riesgo, no se atreve a subir a lo alto - allí donde sabe que es de verdad feliz -, no vaya a ser que sufra otra caída - una más - y acumule otra herida - otra más. Pero no es consciente, o quizá sí, de que es así como está poniéndose obstáculos, cuando deja que esa autoimpuesta razón, seudónimo del miedo, le impida sentir, con todas las letras, porque si algo tienen las caídas, los golpes, las heridas y las cicatrices es que, si uno quiere aprovecharlas, se levanta tras cada caída, sufre por el dolor del golpe, deja que la herida duela, supure, la cuida adecuadamente para que no se infecte y se cure y finalmente aparezca una cicatriz, que no es sino una huella y un poso que, de nuevo bien aprovechado, le permitirá volver a subir a lo más alto del pedestal, un poco más sabio y sin miedo a caer.
Let it go and let it be, start anew, without fear, confident that those wounds have definitely made you stronger, wiser, not weaker and fearful. Turn the switch on again, it won't be that hard, 'cause it was never really and completely off.

Anónimo dijo...

I agree with Natalie.