martes, 10 de febrero de 2009

Se acerca la tormenta, puedo olerla
como se intuye el miedo de los niños,
como una mirada perdida en la muchedumbre,
como el azar.

Se acerca el desvarío de los tiempos,
la lluvia incontrolada, 
la humedad del asfalto gris,
el descontrol, la mañana.

Se acerca y no huyo de ella, 
ni del viento, ni del yo calado y solo,
ni del viejo que me observa descontento,
pues entiendo que cuando despeje
será más mío el destino, 
más fuerte la necesidad de sed, 
más tierno el pan.

4 comentarios:

Luzzy Duran dijo...

Se acerca la tormenta de tus letras y yo desvanezco ante tales, me ha encantado lo que has escrito :)
Un beso y cien abrazos Etéreos.

Marisa Peña dijo...

No hay nada más espectacular y bello que un abuena tormenta...vista desde lejos.Besos

María dijo...

...Y amar debajo de las sábanas mientras se acerca y se aleja la tormenta.

Un beso, me ha gustado mucho.

Carmen Aliaga dijo...

Sigo leyéndote. Felicidades por este nuevo poema.
La tormenta siempre amaina y nosotros somos siempre más fuerte de lo que pensamos.
Aunque en un poema digo "escribir es perder el equilibrio, caer sobre el papel" que en principio parece denotar debilidad, "escribir" es ser fuerte.
Adelante con lo tuyo y un abrazo muy fuerte.