jueves, 3 de enero de 2008

annus

Tiene que pasar
para que nos demos cuenta.
Sin ello tan sólo estamos estáticos.

Son las cicatrices de los relojes,
las marcas olvidadas del calendario
lo que nos empuja a no caer en el vacío.

Tiene que pasar
para que nos percatemos de su presencia
y entonces las tardes pasan
a noches.

Fecha es ya para el destierro en nosotros mismos.
Comienza la caminata.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

el diccionario es sólo en alemán, así que, la verdad, tiene 10 años y está bastante nuevo :-)

Kamikaze dijo...

Rara vez se haya la felicidad donde la buscas
sino donde la encuentras.
Convertiste en mil pedazos
todos aquellos abrazos
y todo por seguir los consejos de gente,
en vez los presentes en tu mente. Al no hacer caso a tus sentimientos,te inundaste de remordimientos.
Creíamos que estábamos predestinados
aunque esos sentimientos fueron hace tiempo enterrados.

Ahora todo eso pertenece a un pasado, que del todo aún no se ha desdibujado.
Dicen que el tiempo lo cura todo
y eso hace de algún u otro modo.
Si durante un tiempo parecía que no te conocía
era sinceramente lo que merecías,
pero no por haberme llenado de frustración
sino que había una lógica razón
como saludabas cuando te apetecía
decidí que ni a una palabra más tuya respondería.

No fue por capricho, sino por lo que te he dicho.

Ahora cuando nos vemos, de vez en cuando,
regresa a tus labios el que tal ando
pués hola, bien, adios es lo que digo
aunque espero que la próxima vez pueda hablar contigo
porque fue todo cosa de un niño que no supo asimilar el cariño.

De nada sirve pensar en el ayer
porque es como oir llover,
aunque parezca increíble
poco a poco todo se vuelve invisible
y por si no volvemos a vernos en otro momento
que te quede claro el por qué de aquel comportamiento.
Y todo esto que escribo me parece increíble,
pero de lo que no se escribe, lentamente se torna invisible.
Espero que no te creas, ni muestres ufano
porque entonces todo lo escrito sería en vano.