jueves, 17 de enero de 2008

memoir

Ocurrió el catorce de abril
de mil ochocientos quince
y yo aún no lo recuerdo.

Sé que sucedió por los libros,
por las manos que me lo indican,
por una par de guiños, apenas sugeridos,
que mandan todos mis ideales
al pozo eterno de la duda.

Sé que pasó porque tú me lo has dicho
y todo lo que surge de tu boca,
volcán de palabras ardientes,
es dogma y credo para mí.

Son fechas, sólo fechas,
que marco a hierro en la memoria de otro.

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