lunes, 14 de enero de 2008

Vienen

Uno a uno van llegando
con sus mejores galas mis recuerdos.
Se me quedan mirando,
a la espera de una reacción
para comenzar su implacable martilleo.

A veces es una lágrima, a veces una sonrisa
casi siempre un modulación extraña en mi dedos.
Casi nunca un paso atrás para recuperarlos,
pero vuelven inexorablemente
uno a uno mis recuerdos, con sus mejores galas.

Ayer, creí que los había esquivado,
pero nada más torcer la esquina de mi año
aparecieron de nuevo silenciosos
aturdidos, sin saber muy bien hacia donde dirigirse
simplemente esperando el gesto que les indique
cual es el motivo de su vuelta.

A veces vienen bondadosos,
en ocasiones armados hasta los dientes
pero siempre, siempre llegan pendientes de mi
y con la intención malsana
de hacerme girar, una vez más, el cuello.

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