sábado, 18 de octubre de 2008

Dentro del río se escucha también
el ruido del agua, tibia, fluyente
y te hace partícipe a ti de la maraña.

Desde la orilla se lanzan piedras,
se contemplan las hojas vagar a la deriva
por la corriente eterna,
se intenta captar con un nylon la vida ajena.

Cada mañana al despertar
tiento con los pies los redondeados cantos
para saber si aún sigo externo a la realidad,
lanzando piedras, oyendo las ramas, siendo sólo aire
o me encuentro ya húmedo como la vida,
eterno como el agua,
herido como el pez, hoja a la deriva.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Dedicas a alguien o algo estas frases que escribes? o son solo papel y tinta... te sigo y me pareces genial.
Espero estar en la proxima.