Los había de mil colores,
de mil formas, apilados en vertical, horizontal,
alguno parecía venido de otro mundo,
y sabían de aquí.
Estaban todos listos para un terreno baldío.
Nada es como creemos que iba a ser,
todo es como una mañana de domingo,
todo es lo que aparenta no ser.
Y tú sin abrir el plástico.
Añado.
Es tarde y temprano para las horas
que teníamos en el reloj.
Es lejos.
Huye aquí, ven.
No hay comentarios:
Publicar un comentario