Una vez más llega como el crujir de la madera, temblando del deseo de surgir la perenne necesidad de huir, de cambiar el yo por el ayer, el asegurado por la necesidad, el género por el negocio y la vida por el quizás
2 comentarios:
Anónimo
dijo...
Qué preciosidad. Me acuesto todas las noches con tu poesía.. Y sin embargo, es tan nostálgica..
2 comentarios:
Qué preciosidad. Me acuesto todas las noches con tu poesía.. Y sin embargo, es tan nostálgica..
Muchas gracias, Sara (¿Nos conocemos?), espero que duermas bien a pesar de acostarte todos los días con éste blog.
Un saludo.
G.
Publicar un comentario