Me gusta que al leerme sientas lástima por mi
y que intentes por un instante -brizna de luz-
abrazar la pantalla del ordenador.
Me encanta que al leerme sientas alegría
y albergues en un instante -mota de polvo-
todos los guiños del tiempo.
Me flipa que al leerme quieras coger un cuchillo
y sientas la esperanza de atacar -giro de cadera-
cada letra del teclado.
Me apasiona que seas lector del yo
y no corrijas mi marcha aunque sepas que voy
directo al muro de un acantilado -sol de noche.
2 comentarios:
Hoy he escuchado a un profesor decir que cada lectura es un chute que no te deja indiferente, que te hace vivir sensaciones, que te hacer ser otro cuando ha pasado. ¡Viva la droga encuadernada/enblogada/enfoliada!
y ¡qué viva, Javi! ;)
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