Es extraña la visión de un mundo tan pausado
repintado del placer de mirar como envejece
la palabra escrita en el espejo,
gustarle al tiempo y sus caprichos, sentir la sensación,
del valor asignado ya a cada moneda.
Contar debes los días que quedan para volver a empezar de cero
y contar lo que queda una vez y otra y otra y otra vez
hasta que el camino gire y se vuelva nuevo
Cuando las laderas de este lado del cielo esperan a que pases
sin preguntarse acaso que promesa cumplirás aún sin hacerla.
cuando el reloj de la garganta se calla gritando,
cuando el sol penetra en la vendimias, entonces y solo entonces
me acuerdo de aquel día en el que lanzaste ruidos al viento,
para que la brisa, con su movimiento, los colocase y pronunciase perfectos.
Me parece extraña la visión de un mundo tan pausado
Y no estarás más, acelerando a mi lado las palabras.
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