lunes, 30 de junio de 2008

He sentido hoy una brisa intacta
inquebrantada, infantil
como el agua de lluvia,
o como un tacto desconocido.

Era la forma de ser brisa de otros aires,
la manera de estar lejos al alcance,
el latir de la marea baja justo cuando empieza a subir,
justo en el momento en que una ola
marca ese nuevo comienzo.

Hoy he sentido un aire que era espera
y esperanza, un aire
que se convirtió, al instante, en instante
y en recuerdo de otros aire.

Hoy el aire era una señal de tu estancia,
un reflejo del ayer, un futuro en el pasado.

1 comentario:

Anónimo dijo...

pos este me ha gustado mucho mira tu. No siempre lo consigues pero cuando lo consigues compensa con creces el tiempo que espero leyendo.